Paulette está a la moda
Por: Gunther A. Hasselkus S.
Es inconcebible que la mayor parte de la población caiga en un artilugio mediático televisivo tan sencillo. Una puesta en escena, una familia millonaria y un caso tele-novelesco febril, son los elementos utilizados para nuevamente adiestrar y alienar a una población fácilmente moldeable, comprobado…
Televisa, ávida por presentar telenovelas hasta en sus noticieros, ha empleado un distractor masivo para evitar darle cabida a la sapiencia; es decir sometiendo a los célebres “gasolinazos” y al narcotráfico en una segunda plana, a un esbozo de la tristeza mexicana contemporánea.
Cómo siquiera concebir el caso Paulette como un problema nacional cuando el petróleo escasea, los monopolios convergen, la pobreza excede y la economía “florece”. Personalmente, quisiera saber si miento cuando afirmo que niños de tez morena, sin recursos y quizá con un peor desenlace, perecen diariamente en todo México y el mutis es insondable para la omnipotente televisora de San Angel.
Así bien, en nuestro país se comprueba que la ignorancia se incrementa por casi decreto divino, la preservación del estatus es itinerante para mantener la cepa de un mundo carente de identidad entre sus interlocutores y fascinado con la imitación malsana de paradigmas comerciales.
Y hasta que recapacitemos, en nuestras raíces seguirá congeniando el pan con el circo y los payasos por antonomasia tendrán el poder ideológico; la plataforma de los medios preservará el control de la producción insípida, escasa de contenido y beligerante en su función.
Sus integrantes, es decir la sociedad en común, entonces sufrirá nuevamente el desatino de quien ostenta el poder exhibiendo el nulo intelecto en pro de la consecución de una realidad ficticia…
