domingo, 19 de diciembre de 2010

El Infierno se avecina

El Infierno se avecina

Por: Gunther A. Hasselkus S.

Vaya hipocresía, ¿Laissez Faire? En realidad la economía contemporánea es una analogía directa del padre bonachón por no decir huevón (gobierno) y del hijo astuto, malcriado y egoísta (iniciativa privada).

Básicamente en su intento por hacer menos pero ganar más, el gobierno ha preferido optar por ceder muy imprudentemente varios de los servicios que debería proporcionar a sus gobernados que irónicamente ingenuos votan y emiten su predilección por tal o cual candidato cada 6 míseros años. Pero, ¿A caso votan por empresas, gremios o bien organizaciones sindicales?

Irrevocable error es entonces que dejar el control del mercado a niños pequeños que como todo ser humano busca su propia conveniencia, el incremento de precios, la falta de autoridad gubernamental para detener la escalada y sobre todo el no movilizarse para evitar la ascención de precios de hidrocarburos está costando caro y podría en un futuro no utópico encender por fin la llama de una guerra civil.

Cierto es que el mexicano goza supuestamente de una gran paciencia, más bien yo le llamo miedo, pero cuando ese miedo por levantarse y exigir una solución ante tanta lepra económica y algoritmos imprudentes ya sea insostenible porque rebasa la paupérrima calidad de vida ya existente en sectores de clases bajas, entonces sí, todo mundo lamentará que nadie haya levantado la voz con un poco de certeza para disminuir actos monopólicos como la Industria Tortillera, o las grandes cadenas comerciales que insisten en no tener cupo laboral pero incrementan sus arcas o bien los bancos que instan al gobierno con chantajes de agarrar sus maletas e irse del país.

Qué triste realidad, qué verdadera falta de compromiso y de lealtad, qué baja calidad moral y qué poca inteligencia para dedicarse el gobierno a lo suyo y como dirían en antaño nuestros abuelitos, reprimir al hijo malcriado, al pequeño cuya astucia manipula los ejes de un adulto abúlico, incoherente y hasta ignorante, si hemos de entregarle el país a la iniciativa privada entonces que no sea un secreto a voces sino un estatuto constitucional.

Y es que la cuestión es logica, ¿Para que tenemos gobierno si quienes nos gobiernan son otros? ¿Para que una democracia cuando se vota por rostros y no trayectorias? ¡Para qué el sufragio si quien debe usarlo no sabe ni para qué es y bajo necesidad lo cambia por unos frijoles y una torta!

Señores, en este país la democracia es falacia, desde su consagración hasta su aplicación...