lunes, 22 de marzo de 2010

Las condolencias de Calderón

Las condolencias de Calderón
Por: Gunther Hasselkus

Cada semana, a cada hora en conferencia de prensa, nuestro ilustre mandatario nacional externa sus condolencias y a través de un supuesto profundo pesar, desacredita el deber político al cual ha renegado.

La situación tanto en Juárez como en Monterrey es caótica, escándalos que sumergen el panorama nacional en una fétida mezcolanza de secuestros y asesinatos en claro desenfado.
Ya previamente, Ciudad Juárez había sido sede de todos los reflectores de agenda roja nacional, cuando justo en la década pasada; féminas locales habían sido encontradas en centenares violadas, mutiladas y cercenadas con despojo de toda moralidad y dando paso a un preludio lacerante de inexpugnable violencia y constante desengaño.

Y entonces…

¿Qué importan realmente las palabras indolentes de un dirigente que no es capaz de dar legitimidad a su mandato?

¿Qué importan a los familiares y amigos de los inocentes acaecidos, las zozobras de un presidente sumiso, endeble y manoseado?

Cuando en México la Guerra Civil se siente, cuando entre bastiones existenciales se arremete, las lápidas se acrecientan y la demanda se exacerba, cuando la estrategia falla, cuando las tradiciones eclesiásticas cabalgan, cuando los sinsabores de una juventud nociva se torna adictiva, cuando el vecino desprecia y entre armas se lamenta…

Y es que cada uno de nosotros contribuimos a nuestra decadencia, por votar en “cliché”, por el silencio de nuestra ciudadanía, por las adicciones malditas, por el sistema neoliberal maniqueista, elecciones malsanas, por un congreso de falacia, por control de los mass media, por elecciones venideras, por alianzas hedonistas y consorcios sufragistas; todo, por un narcicismo absolutista.

Y es que después de todo, el Mundial nuevamente será el paliativo etéreo y el Bicentenario una hojarasca de goce y contubernio…

Qué triste es saber que nuestro presidente de papel, con lágrimas de cocodrilo, también crea que el circo romano una vez más lo salvará de tanta mafia, de cientos de ejecuciones de Tehuantepec, al Paso y de regreso hasta mi casa.