sábado, 9 de enero de 2010

"Perdone joven, lo molesto con sus $30 pesos..."

www.desdelaizquierda.org
Por: Gunther Hasselkus
“Perdone joven, lo molesto con sus $30 pesos...”

Sí, en realidad si me molesta...

Aberrante, desquiciante e incomprensible es saberse maniatado por clanes del crimen organizado que nunca pagan las consecuencias. No es ciertamente necesario e imprescindible acribillar a un inocente por un secuestro para ser considerado miembro de un clan delictivo en el mundo y por ende en la Ciudad de México; único requisito para otorgar dicho galardón, es simplemente atentar de manera colectiva y organizada contra los derechos y libertades de un ciudadano contradiciendo estatutos de la ley correspondiente, ¿O no?
(Qué tengamos una perspectiva distinta del término “crimen organizado “ por acuñarlo pertinazmente al otros delitos como el secuestro,robo o narcotráfico es meramente motivo de su gravedad y publicidad...) No obstante, existen muchos otros grupos de mafias que soslayan la supuesta inquebrantable ley que dice ampararnos a todos los mexicanos...

En esta ocasión quiero remitir mis acusaciones a una situación recalcitrante que todos los días sin excepción, afecta a miles de conductores en la ciudad de México. Si leyeron el título, quizá dicha frase retumbe en su memoria como adagio de mis próximas palabras...

Cierto, mi queja se encumbra en el horizonte de los aclamados “viene, viene”, esos personajes incompetentes, rastreros, prepotentes que en antaño solían pedir unas cuántas monedas por la supuesta salvaguarda del automóvil cuando usted regresaba plácidamente de algún compromiso. Ahora los bautizados “viene viene” han incrementado su patrimonio, y se dicen dueños absolutos de los lugares que resguardan, claro está sin siquiera haberse estacionado el automóvil aún. ..

Unas cuantas cubetas, llantas, estropajos o su misma e inmunda presencia son suficientes para atemorizar a una sociedad que me parece desconoce sus derechos y libertades. Claro está que vivimos en una comunidad cimbrada por el miedo a la inseguridad, el robo y sus consecuencias... Sin embargo, mi pregunta radica en saber si... ¿La exigencia por una “tarifa” por estacionarse en un lugar absolutamente público y viable no es un robo desconsiderado? También me pregunto si...¿Apartar con mafiosa alevosía las calles y zonas de la ciudad de México no es una privación de la libertad vehicular?
(Como si existieran suficientes estacionamientos públicos verdad señor Ebrard...)

En conclusión, es con evidencia un robo del cual hemos sido presa fácilmente,un delito que seguimos incrementando dia a día para favorecer clanes de personas que han visto un nicho económico a expensas del miedo, la monotonía y la medianía de nuestra sumisa sociedad. Somos víctimas de nuestras propias decisiones y de la creación de redes delictivas coercitivas y pútridas que controlan nuestro dinero, espacio y tiempo...

Exhorto a quien amablemente lea las presentes líneas, a no temer estacionar su coche dónde pueda y quiera, amablemente pedirle al afable “viene viene” una copia de su contrato de propiedad que de legitimidad a su prepotencia, o bien buscar a la autoridad incompetente para el menos amedrentar módicamente su arrogancia... Empezar a realizar la tarea de exhibir públicamente nuestra necesidad por erradicar dichas mafias y consagrar una sociedad servil hacia los demás, colaborar copiosamente en la disminución del poder de aquellas mafias y recobrar las calles que alguna vez fueron nuestras y que legalmente lo son...
¿O será que los “viene viene” son aquellos promisorios empleos que ha creado nuestro encomiable ejecutivo federal? Si alguien puede confirmarlo favor de avisarme...

Recuerden bien aquella frase que con hermosa y cabal elocuencia nos dice...
“El valiente existe hasta que el cobarde lo permite...”

Escrito por: Gunther Hasselkus
Enero de 2010